75 ANIVERSARIO POR LA MEMORIA Y LA JUSTICIA

MANIFIESTO CON EL QUE CONCLUYERON LAS JORNADAS DE HOMENAJE A LOS ASESINADOS Y REPRESALIADOS DE CASTEJÓN A RAIZ DEL GOLPE MILITAR DE 1936

La II República representó, como nunca antes se había dado en nuestra historia común, las aspiraciones de un pueblo por ser al fin libre y su anhelo por un futuro mejor. Un futuro de libertad y de justicia social, de educación y de progreso, de igualdad y de derechos universales para todos; sin distinción alguna y que en apenas cinco años situó al Estado español entre la vanguardia social y cultural del mundo.

Esos logros alcanzados durante la II República se perdieron con el sanguinario golpe de estado fascista de 1936 y la consiguiente guerra civil, cercenando dramáticamente la legalidad constitucional y democrática republicana sustentada en la voluntad mayoritaria del pueblo e iniciándose la etapa más negra de nuestra historia reciente. Muchos de esos logros no han vuelto a ser conquistados para el pueblo ni después de más de 30 años de convivencia con el actual modelo de democracia capitalista.

Las republicanas y los republicanos consideramos que es imprescindible el reconocimiento de nuestra historia republicana, de la legitimidad y legalidad de la II República, de la lucha del movimiento obrero y de la izquierda por defenderla. Es nuestra obligación moral con todas aquellas personas que de una u otra forma sufrieron por defenderla. Pero también es nuestro compromiso con el presente y las generaciones futuras al reivindicar que los valores que construyeron la II República siguen siendo plenamente vigentes hoy también, en cuanto que la República ha sido tradicionalmente la lucha por la democracia, las libertades, los derechos económico-sociales y el derecho de autodeterminación de todos los pueblos.

Nunca se ha condenado el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Para la derecha fue un negocio rentable por el que no pagaron factura. Nunca se curaron las heridas. Muchos asesinos murieron sin castigo y sin pedir perdón por sus crímenes. No es posible entender como el olvido de las víctimas perdura después de 35 años desde la muerte del tirano. Pero nadie nos puede arrebatar la memoria. Estamos aquí precisamente para reivindicar con orgullo su recuerdo, para agradecerles su sacrificio por intentar dejarnos un mundo más justo, más libre, mejor.

Este acto es por tanto un homenaje a todas las víctimas que cayeron por defender el régimen constitucional republicano y sus ideales frente al fascismo. Es un recuerdo a los nuestros, a nuestros más de 3.400 navarros y muy especialmente a nuestros 25 castejoneros, defensores del libre pensamiento, del socialismo, del comunal, abertzales y libertarios, que fueron asesinados por la brutalidad de quienes no admiten nunca otra norma que no sea la que ellos imponen. Pero también es un homenaje a todos los que tuvieron que abandonar su casa y tierra camino de un exilio del que muchos no regresarían; y a los que se quedaron y vivieron décadas vigilados, humillados, atemorizados. Y a esas viudas sin pensión, a las que no se les permitió ni llorar sobre el cuerpo de su amado y a sus huérfanos, condenados a no conocer a sus padres porque cometieron la osadía de alimentar la esperanza en la libertad, la igualdad, la paz y el respeto a la dignidad humana.

¡Nunca habrá venda que pueda impedirnos veos cada día en nuestro recuerdo!

¡No hay mordaza que pueda imponernos jamás el silencio sobre vuestra memoria!

¡Estáis vivos! Nunca os mataron y nunca moriréis porque sois nuestra dignidad y nuestro orgullo y porque no hay arma que pueda matar las ansias de justicia social y libertad.

Castejón, 23 de julio de 2011

VIVA LA REPÚBLICA

GORA ERREPUBLIKA